Una cultura de uso y de abuso

El uso de drogas ilegales como la marihuana, cocaína o de algunas drogas legales adquiridas ilícitamente, como poder definir entre usuarios y personas que abusen de ellas.

En lo personal me considero un usuario de la marihuana, no quiero que se me entienda mal, pero desgraciadamente la cultura Ecuatoriana no acepta el consumo de ella al igual que muchas otras drogas ilegales, a pesar de estar en el siglo XIX los padres tienen más miedo a que un hijo fume un “cacho de marihuana” a que se embriague todos los fines de semana en viernes y sábado, piensan que en un chico normal se lo reprende durante el resto de la semana y el fin de semana otra vez al ciclo vicioso, lo que es peor pueden calificar al resto de drogadictos pero no a su hijo de alcohólico, con este ejemplo quiero iniciar mi articulo tratando de definir el uso y el abuso. El uso es consumir marihuana por gusto de experimentar nuevas sensaciones, diversión o estimular la creatividad sin dejar las obligaciones, deberes y con moderación, utilizando para hacer actividades como escuchar música, pintar, escribir o simplemente relajarse, jugando con la droga y no que la droga juegue con nosotros. Si se acuerdan de esta frase: “todo en exceso es malo” que esto no es aplicable a toda droga como la heroína, la base de cocaína o el clorhidrato de cocaína, Acido lisérgico o algunas drogas legales que se expende ilícitamente en farmacias en nuestro país, que son muy adictivas sobre todo las derivadas Opiáceos, claro estos merecen consideraciones especiales. Pero el alcohol, el tabaco y otras dragas sociales como la marihuana en cantidades pequeñas, con conciencia de que son, que efectos tiene tanto en el cuerpo y psicológico en resumidas cuentas un alto grado de educación sobre ellas no tiene ningún efecto dañino grande. Esto es una cultura de uso y no de abuso, la cultura de abuso es cuando todo lo que he mencionado antes se derrumba formándose una dependencia a la droga en el cual la droga juega con nuestra mente y cuerpo, se falta a obligaciones, se tienen problemas intrafamiliares como personales, y todo gira a la adquisición y consumo de la misma, y se asocian diferentes drogas para obtener un cambio de animo entonces “estamos mal” por que aquí ya es una cultura de abuso.

Pero reitero la pregunta ¿Cuál es el límite entre uso y abuso? Que ha sido una de las preguntas más difíciles de responder, si ni el mismo CONSEP en las leyes 2008 en cuanto la legislación y criminalización de drogas en Ecuador no puede definir quien es Consumidor y quien Narcotraficante, y las sanciones no difieren mucho. El famoso mito de los 5 gr permitidos por la ley es la más grande mentira, no existe dicha ley, aunque la diferencia es obvia tener 5 gr a tener 1 kg, pero quien define el consumo personal de dicha persona, si no ella misma.

En conclusión si el Ecuador no se culturiza más, no se mejora la educación (por que el sexo hasta cierto punto sigue siendo un tabú en las escuelas y colegios y den cuenta las tasas de embarazos en adolecentes en Ecuador), todas las drogas tanto legales e ilegales van a seguir siendo un problema social de abuso.

1 comentario

[Nagare - 30 de diciembre de 2008 - 18:19]

Interesante blog. Tiene proyección y trata de develar como si dijéramos "desde la otra orilla", la realidad del consumidor de Marihuana. No desde la banalidad del gamonal, que pretende huir o desvanecerse como el humo de su exhalación hacia una "realidad" subjetiva distinta a la suya, tampoco la del hedonista que se tiende sobre la mullida nube en ansia ascendente, mas si desde la posición de quien pretende hacer uso de planta como un potencializador, no como medio de escape, tampoco como narcotico, mas si como “lubricante” diría yo, de la locomotora del pensamiento, es este el uso licito, diría yo de tal substancia; no merece mi indulgencia –nadie la pide tampoco- quien extrae su sustrato, independientemente del uso que tenga de ella, mas si tolero un objetivo, porque nada sin objetivos merece la pena.

Saludos

Nagare.

http://palabraderramada.blogia.com